Guardiola
Green Eat
La primera vez que vi a Green Eat entré de una, guiada por la zanahoria de una hermosa terraza en el medio de la vertiginosa ciudad. Ahí me encontré que no sólo te podés servir de comer paquetes ya armados muy pero muy bien presentados (¡aguante el packaging!), sino que además podés comprarte flores frescas, kokedamas, mini huertas para plantar en casa, cuadernos, miel en hermosos frascos de vidrio y tazas.
M. masamadre es con M
Este es post homenaje a todas las madres que nos darían el mail para comprarnos online las cosas que queramos, a las que te sorprenden con un paseo inesperado para que un día se convierta en EL día, a las que se piden una torta que sabes que te gusta para poder compartirla y a las que te conocen mejor que nadie. También es un homenaje a Ari, Geo y a Luli (hoy cumpleañera y a punto de ser mamá). Y ya que estamos con tanto homenaje, vamos a hacerle uno a George, PLAY.
Fuimos a Masamadre con Romi hace muchos, muchos años. Antes del boom de los mapas barriales con onda, del boom palermitano y del boom tengo limonada en un café. El recuerdo es hermoso, pero una sabe que no vive solamente de recuerdos. Hay que crear nuevos. Y así quedamos con Geo, Ari y la pequeña Julia para encontrarnos a tomar el té.
Podría definirlo estéticamente como mis amigos definen mi casa: una piñata mexicana. Es colorido, con toques de arte, manteles de colores y definitivamente detalles que remiten al país de los mariachis, como sus guirnaldas por doquier. Adorable.
En la mesa un gran festín. Torta de manzana para las chicas (sin crema, por favor), y tostadas para mí, con dulce casero y el irremplazable queso.
Julia princesa sentada con nosotras, tranquila, mirando todo, descubriendo que tiene lengua; Ari descubriéndose, como todos los días, como una mamá natural; y Geo descubriendo que sólo le queda un corto tramo para zambullirse a una nueva aventura. Yo me descubrí ya no más cansada, ni pasada de rosca, ni al borde del colapso. Todas descubrimos felicidad, y le pusimos azúcar.
M. masamadre es con M
D: Olleros 3891, esquina Fraga, Chacarita.
T: 4554-4555
Mercado de Juramento + Verde Brote
Nunca compro nada en el subte ni en ningún otro medio de transporte porque a) me rompe las pelotas que me pongan cosas encima cuando ESTOY DURMIENDO (y duermo mucho, ahí recupero lo que madrugo), y b) me da cosita… todas esas cosas están manoseadas por 279382020 pasajeros antes que yo. Fifí y morsa, me tengo que colgar el cartelito de hotel Do not disturb de la nariz.
En fin, el otro día rompí el paradigma y compré una revista “Mucho gusto” (y eso que las revistas, stickers para chicos y Guías T son las más manoseadas), tentada por la tapa dedicada a la comida de la primavera. Soy tan carnada, ¡fue incontenible! Fui poseída por el espíritu de Doña Petrona con la espátula en la mano, ese mismo espíritu cocinero que me hizo entrar la semana pasada en el Mercado de Juramento, su clásico Centro de Abastecimiento. Vi luz y entré, así de simple. Y pensar que cuando iba al colegio y pasaba por ahí caminaba mucho más rápido (sus épocas medievales eran bien trash). Pero ahora, y por suerte, el mercado es Renacentismo al 100%. Doña Petrona y yo entramos, miramos maravilladas, compramos arándanos y nos fuimos con la promesa de volver pronto.
Volvimos el sábado con Sil pero lo encontramos cerrado, durmiendo la siesta. “Te la juro por esta, ¡¡¡¡¡vuelvo a las 5!!!!”, musitó Petrona desde mis entrañas. Fuimos a lo de mis viejos por Juramento y entramos en Verde Brote, el resumen del Barrio Chino en pleno Belgrano C.
El lugar es amplio, limpio, ordenado y ¡POR DIOS! abastecido para el fin del mundo: hay de todo y mucho más. Creo que estuvimos como 20 minutos mirando cada producto (y buscando algo que no estaba muy a la vista). Cuando terminamos el tour, salimos con azúcar rubia, amapola y granas de chocolate. La Doña estaba a pleno, ¿qué hago yo con amapola en casa? Sí, budín de limón, ya me la cantó Petrona…
Ahí doblamos en Moldes y compramos mandarinas al clásico verdulero de barrio.
Vero: Buenas tardes, quiero tres mandarinas bien dulces por favor.
Verdulero: Muy bien, ¿querés probarla?
Vero: No gracias.
Verdulero: ¡Probalas!
Vero: Bueno…
Enchastre en las manos, enchastre en la canasta con las compras recién hechas, puteada por lo bajo (y no fue Petrona, esa fui yo).
Verdulero: ¿Y? ¿No están buenas? Tomá, te pongo cuatro.
Donde manda Capitán, no manda marinero. Nos fuimos con las cuatro mandarinas, las manos pegajosas y llegamos a lo de mis viejos, que estaban de viaje. ¿A quién se le ocurre ir a la casa de sus viejos a hornear un budín de mandarinas cuando están de viaje? A mí, claro, hay que cuidar al gato…
Al toque llegó Pupeto y Petrona nos lideró a los tres en la elaboración del Budín de Mandarinas que sacamos de la Revista Limonada de invierno 2011.
Que mandarinas completas, sí sí, completas, con cáscara y todo, que chau semillas, que hola huevos y a ver, metamos todo en la procesadora, falta el azúcar y el aceite, todo esto no entra… Sí entra, ya fue. Dale power. Power. Power. Pero esto no anda, ¡no procesa! Es que pusiste mal las cosas, boluda. Ah cierto, a ver, ¿cómo va esto? Lo hizo la NASA, dejate de joder. Que no, goma, es así. Ah ok, volvé a meterle todo, veamos el asesinato de las mandarinas. Jajaja sí, achauchau mandarinas. Procesadas. Ahora a la harina y a mezclar. Mezclar. Mezclar. Los grumos no se van. Dame a mí. Ok. Dame la mini pimer. ¡No nene! ¡Le estás sacando la magia de lo casero hecho a mano! (de nuevo, yo, no Petrona). Tonta, ya procesaste todo el resto, dame la mini pimer ya. Mini pimer y listo, a la budinera de vidrio con fritolín. Y al horno, casi nada precalentado. La ansiedad mata, pero no al budín, salió tan pro que no tuve ni una pizca de duda que Petrona estaba entre nosotros.
Comimos, miramos mis viejas “recetas” recortadas de Billiken…
(Ceci ÑAM ÑAM!)
Enchastramos también la mesa, y miramos algo de tele chatarra hasta que la Doña volvió de su recreo para recordarnos que el mercado ya estaba abierto. Limpiamos, le dimos un beso al gato, nos agarró alergia y volvimos a Juramento.
Muy pronto también Sorsi en este stand
Como ven: amplio, luminoso, ordenado, prolijo, limpio y bien presentado. La gente te atiende de forma amable, lo cual es está muy bueno porque no es barato, así que por lo menos que te traten con amor. Me gustó. Me gustó que volviera a valorizarse el mercado comunitario, pedirle las cosas al que sabe, llenar tu canasta de cosas frescas y saber que siempre que necesites buena materia prima, tenés a todo concentrado en un solo lugar. No digo que vaya a ir siempre ni mucho menos, pero ya sé dónde ir cuando Doña Petrona me vuelva a visitar.
Centro de Abastecimiento Popular (Mercado de Juramento)
D: Juramento 2527, Belgrano.
H: Lunes a viernes de 8 a 13 y de 17 a 20.30hs. Sábado de 8 a 14 y de 17 a 20.30hs (yo igual no me dormiría, llegamos a las 19hs y ya no quedaba nada, y varios puestos estaban cerrando o cerrados).
Verde Brote
D: Juramento 2679, Belgrano
T: 4896-2630
H: Lunes a sábados de 9 a 20hs. Feriados de 10.30 a 19hs.
Sorsi Pasta Artigianale
Delivery: 4545-2521
H: Lunes a sábados de 10 a 19hs.
Muy pronto en el Mercado de Juramento.
Revista Limonada
http://www.limonadaweb.com.ar/