Gracias al gourmet de mi hermanito, aterrizamos en Costa Rica 4818, donde Manuela Malasaña nos espera con la puerta abierta (cerrada, pero abierta). Coqueta ella, pavonea su ambientación con mucho orgullo, desde sus ventanales de vidrio colorido y repartido entre barras de hierro hasta su fondo de barra, avivado por incontables botellas rellenas de líquido de tres colores. Que se pavonee tranquila, tiene todo el derecho a lucirse.
Nos sentamos en el patio interno, descubierto al aire. Típica opción de mis amigos fumadores, pero por suerte esa noche no hacía frío y el ambiente general de la tasca era ameno. Nada iba a perturbar nuestras preciosas horas de gastronomía española. Qué marchen las tapas no más…
Nos costó elegir qué íbamos a comer porque todo tenía buena pinta. Mientras discutíamos las raciones como si fuera la paz en medio oriente, la camarera (atención muy amable, check!) nos trajo papás en salsa para ir picoteando y pan de distintos tipos en su punto justo. Aaaaaah la antesala al paraíso. Al final nos decidimos por patatas bravas (obvio), plato de provoletas variadas, tortilla de papas en su presentación más gourmet ever, bocadillo de solomillo y se que algo más, que ahora no recuerdo (no es que tenga todo archivado en mi CPU, no soy tan rechoncha… el menú está online acá). Listo el pedido, nos dedicamos a disfrutar la noche, esperando con ganas esos trocitos de una de las mejores gastronomías mundiales…
Llegaron los platos y… ¡Madre de Dios! Silencio en la mesa, atención puesta 100% en las raciones compartidas. De maravillas, generoso, satisfactorio y delicioso hasta el borde de lo ridículo, tan ridículo como lo que pagamos. Creo que fueron $45/$50 por cabeza… a ver, ¿cuándo fue la última vez que comiste de p*** madre en un lugar precioso por tan poco?*
Manuela Malasaña
http://www.manuelamalasana.com/
D: Costa Rica 4818, Palermo
T: 4831-9829
* (si tenés un buen dato, ¡entregalo!).
