La calle Soler parece una sucursal de autopista. Los autos pasan a full como si llegar primeros al puente que los cruza a Colegiales/Belgrano tuviera una bandera cuadrillé de ganador. Estaría bueno que vayan un poco más lento, no sólo porque es una calleeee maaaaan, ¡¡¡y hay peatones!!! sino porque además se están perdiendo mirar a los costados y encontrarse con un tesoro a descubrir: el restó Amores Compartidos.
Como hace mucho que mi hermano me arrebata el derecho de usar el auto familiar, a Amores Compartidos llegué por el bueno de Rolo, un gran amigo del arrebatador y a quien quiero como si fuera mi segundo hermanito (seguro que Rolo me da el auto…). En fin, me comentó de este espacio creado por su suegra Silvia y dos amigas más con tanto entusiasmo, que lo fui a conocer tan pronto se calmaron algunas aguas laborales.
Llegué justo para el desayuno y antes que mi amiga Ani, así que me presenté a Silvia y juntas hicimos el tour.
Primero subimos al primer piso, donde aprovecharon una habitación grande para convertirla en salón de encuentros, con LCD y todo. Vieron la posibilidad de este gran lugar que balconea al salón de la planta baja. Vieron que muchos amores compartidos se pueden reunir ahí para celebrar una cena de cumpleaños, un té de amigas de la infancia, una reunión de negocios que puede durar mil horas, lo que quieras. Acá nadie te molesta, estás en tu mundo.
Cuando bajamos a ver el resto del espacio, Silvia me comentó que ella y dos amigas estaban con ganas de hacer algo juntas, y que lo que las movilizaba especialmente era crear un punto de encuentro donde todos sus amores pudieran pasar un buen rato. Que sus hijos puedan venir con sus amigos, que la familia se reúna como en casa, y que todo el que pase por esa puerta sienta lo mismo, buena comida y calor de hogar. Fue tanto el deseo que el nombre llegó en sueños. Así es, Silvia medio dormida garabateó Amores Compartidos en un cuaderno apoyado sobre su mesa de luz, así como otras ideas que le fueron llegando vía amigos de Morfeo.
Las grandes ideas de este lugar están en su linda ambientación apta para todo público, en sus tés Tealosophy, en sus cafés Nespresso, en su servicio take away y de catering, y en su atención pet friendly (no es que solamente te dejan estar sentado con tu perro en la vereda: le traen comida y cuenco con agua para que el cuadrúpedo la pase tan bien como vos).
Y por si fuera poco: revistas ¡Hola! para tirar al techo, yeaaaah!
Ahora, la prueba de fuego. ¿Qué onda el desayuno?
A simple vista, ya garpa que el jugo de naranjas sea enorme (amén de ser natural y recién exprimido). Las tostadas estaban buenísimas, la mermelada casera deliciosa y el queso cremoso como a mí me gusta: primero a tope en el potecito y luego casi totalmente desaparecido, de tan rico que era. Fuera de foto, el café con leche: un golazo con espuma celestial.
En resumen, tenemos lugar con alma, sabores cuidados y caseros, detalles para sentirse como en casa, y el prospecto de encuentros felices. Una pena que los autos pasen tan rápido…
Amores Compartidos
D: Soler 6036, Palermo.
T: 2058-0352
H: Martes a jueves de 9 a 20hs, viernes y sábado de 9hs hasta el cierre, y domingo de 10 a 19hs.
5 comentarios:
Uhhh que buena onda. Que lindo lugar y muero en este momento por un desayuno así ajajaj beso!
qué rico tu desayuno! y el detalle para las mascotas, me encantó!!
Qué buen dato, Vero! Gracias! Me encántó la onda del lugar. Creo que me voy a dar una vuelta pronto...lo tengo cerquita! ;) Beso enorme!!
q lindo lugar vero! este tipo de lugares es el q me gustaria tener en la esquina de casa para ir a cualquier hora!!!!! me lo agendo para un proximo finde!
dani, yo lo extraño!! jajaja!
eli, ese detalle me pareció genial!
pao te queda MUUUUY cerca jaajaaj ojala puedas ir :)
y juli tal cual, sería ideal tenerlo a pasitos de casa jejeje!
besos chicas!!!
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