El sábado tomamos una limonada y té con jengibre en lo de Romi. Como no podía faltar algo dulce horneado en casa, Romi nos alegró la tarde con su famoso budín de zanahorias y, también, jengibre. Delicioso. Entre hielitos, porciones y mucha calma de fin de semana, algo nuevo se empezó a gestar. Florentino es testigo.
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